Cristian Alarcon

El 6 de septiembre de 2015, a Marcela Chocobar la asesinaron con saña. De ella, una trans en el esplendor de su transformación, hallaron sólo su cráneo perfectamente cercenado entre la segunda y tercera vértebra. En abril una jueza metió presos a tres varones acusados por el homicidio, al que se niega a caratular como femicidio. Pero la familia Chocobar no cree que el horror pueda explicarse así de fácil: están convencidos de que los tipos que levantaron esa noche a Marcela fueron sólo instrumentos de algo peor, de una maldad cuya existencia se explicaría sólo si proviene del poder.

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